drogas

viernes, 30 de mayo de 2014

ELABORADO POR: YULISSA DIAZ

RELATOS DE LA VIDA REAL ACERCA DE LAS DROGAS
“Mi meta en la vida no era vivir, era tener un ‘viaje’ de drogas. Estaba cayendo en una espiral descendente hacia un punto sin retorno. Al pasar los años, me hice adicto a la cocaína, a la marihuana y al alcohol bajo la falsa creencia de que eso me permitiría escapar de mis problemas. Las cosas simplemente empeoraron. Yo lo tenía todo, un buen trabajo, dinero, una familia amorosa, sin embargo, me sentía tan vacío en el interior. Como si no tuviera nada. Durante 20 años consumiéndola, me mantenía diciéndome a mí mismo: voy a dejarlo totalmente después de usarlo la última vez. Y nunca ocurrió. Incluso hubo momentos que había pensado en renunciar a la vida”. —John

“Comencé con la marihuana, después las pastillas (éxtasis) y el ácido, haciendo combinaciones de todos los tipos de drogas, hasta el punto de sobredosis para tener viajes más rápidos y largos. Tomé grandes cantidades de estos productos químicos cada día durante dos años hasta que tuve un mal viaje una noche y sufrí una psicosis tóxica. Recé y lloré para que este sentimiento se fuera, oía voces en mi cabeza, sentía escalofríos y no pude salir de casa durante seis meses. Me volví muy retraído y creía que todos me miraban. No podía caminar en lugares públicos. ¡Hombre! Ni siquiera podía conducir.

Acabé sin hogar y viviendo en la calle, dormía en una caja de cartón, pidiendo y luchando para encontrar la manera de conseguir mi siguiente comida”.

“Me pregunté si esto era el fondo, y creo que lo era. Mientras observaba a estas personas sin hogar, decidí que había tenido suficiente. Sí, quería las drogas, pero me di cuenta de que podría querer más la vida”. —Ben

“Cuando tenía 13 años, mis amigos se reían de mí si no tomaba una copa. Me dejé llevar porque era más fácil unirse al grupo.

"Yo era muy infeliz y sólo bebía para escapar de mi vida. Salía cada vez menos y por eso empecé a perder a mis amigos, y cuanto más sola me sentía, más bebía. Era violenta y estaba fuera de control. Nunca supe lo que estaba haciendo. Estaba haciendo trizas a mi familia.

Expulsada de mi casa a los 16 años, me convertí en una indigente y comencé a pedir limosna para comprar bebida. Después de años de consumo, los médicos me dijeron que mi salud había sufrido un daño irreparable.

Tenía sólo 16 años pero mi hígado estaba seriamente dañado y estuve muy cerca de matarme debido a todo lo que estaba bebiendo”. —Samanta



4 comentarios:

  1. hola ayuden a comentar jajaj s soy el unico :v

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  2. uffff¡¡ nooo es triste como la vida de estas personas se ve arruinada por un momento de simple relajacion¡¡

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  3. debemos tener cuidado de lo que nos ofrecen :D

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